Ecografía elastografía

Ecografía elastografía

Los ultrasonidos (US) vienen utilizándose en medicina desde hace bastantes años y aunque la física de los US evidentemente no haya variado desde entonces sí que lo han hecho los aparatos empleados en las unidades de radiodiagnóstico. La ecografía elastografía es una técnica ecográfica novedosa que todavía la mayoría de facultativos desconoce, pero cierto es que apunta buenas maneras para convertirse en un estudio de imagen cotidiano en un futuro no demasiado lejano. ¿Qué es la elastografía? ¿Cuáles son sus aplicaciones

Bases de la ecografía elastografía

Cada tejido en el organismo tiene unas propiedades mecánicas que lo caracterizan y en base a ello según el tejido que atraviese el sonido éste se comportará de un modo u otro, devolviendo al explorador una imagen característica. Pues bien, desde hace unos años se está desarrollando una nueva utilidad de los US en base a la imagen ecográfica que se fundamenta en las propiedades elásticas de los tejidos, técnica que ha adoptado el nombre de elastografía. Los datos se procesan calculando el módulo de elasticidad del tejido en función de una serie de parámetros técnicos que no merece la pena especificar aquí, si bien la base de la técnica se sustenta en lo que se denomina ARFI (Acoustic Radiation Force Impulse Imaging o tecnología de radiación acústica por impulso de fuerza).

Utilidad y uso de la ecografía elastografía

Básicamente se trata de conocer cuán elástico es un tejido, como si el explorador pudiera palparlo con sus propias manos. En función de esa elasticidad obtendremos datos importantes acerca de la naturaleza del órgano explorado. Cuando un paciente presenta un tumor accesible a la palpación manual (p.ej. un tumor en el cuello) y el explorador percibe con sus manos cómo ese tejido resulta ser duro, poco elástico y adherido a los planos profundos, éste se plantea inmediatamente la posibilidad de que aquello que palpa pueda ser maligno.

La idea en la elastografía es poder “palpar” un tejido no accesible, y de esta forma ser capaces de estudiar la naturaleza de un nódulo o masa sospechosa de malignidad en sus estadios más tempranos y así orientar su diagnóstico.

La técnica es aplicable a todos los tejidos y no sólo como herramienta para buscar tumores malignos, aunque la elastografía pretende sobre todo ser un recurso útil en el diagnóstico de cáncer. Se ha visto que la elastografía combinada con la ecografía y la mamografía aumenta el rendimiento diagnóstico en el cáncer de mama. En tiroides, páncreas, próstata y ganglios linfáticos se están estudiando sus posibilidades diagnósticas. La elastografía hepática fue la primera en llevarse a cabo y resultó ser donde se vieron los primeros resultados positivos como técnica para valorar enfermedades difusas del hígado y cirrosis.

Parece que también está demostrando buenos resultados en el estudio de la pared de vasos sanguíneos, patología trombótica y tejido cardíaco.

La imagen que el ecografista obtiene en el monitor, en color, permite discernir los tejidos más elásticos de los menos elásticos con un golpe de vista. Las posibilidades que ofrece no son nada despreciables ya que mediante la elastografía cabe la posibilidad de orientar punciones y biopsias al foco de un presunto tumor maligno, se puede detallar la extensión de un tumor mediante US, e incluso podría plantearse la monitorización de la eficacia de un tratamiento, entre otras cosas.

Presente y futuro de la elastografía

En el momento actual los problemas que presenta la ecografía elastografía son dos. El primero es evidente, se trata de una técnica que se está desarrollando y todavía los estudios al respecto son insuficientes como para recomendarla sobre otras existentes. El segundo problema es su operador-dependencia. Se están realizando estudios para ver a qué niveles influye la pericia del explorador en la ejecución y resultados de la técnica.

Una vez superados estos baches llegado el momento se me ocurre que quedaría elaborar los “mapas elastográficos” –por llamarlos de algún modo– del organismo para asignar valores de referencia a tejidos sanos y enfermos de modo que la técnica quedase normalizada para asegurar el principio de reproducibilidad, es decir, que pueda ser llevada a cabo en diferentes centros con los mismos valores y resultados y siguiéndose las mismas interpretaciones de los mismos.

A día de hoy la ecografía elastografía no es aún una técnica estandarizada que se use habitualmente en todos los centros y hospitales, pero con el tiempo quizá los médicos tengan que familiarizarse con la petición de elastografías para valorar clínica tan frecuente como el nódulo tiroideo o las adenopatías, e incluso en estudios rutinarios de ecografía abdominal o en el screening del cáncer de mama como un pilar más de cara al diagnóstico precoz.